SEÑALES DE CIRCULACIÓN. Las vías públicas ofrecen puntos peligrosos de distinto origen como por ejemplo: curvas, intersecciones, estrechamientos, etc. Podría pretenderse que el usuario ha de prevenir cualquiera de estas contingencias, pero ello atenta a la libertad del uso de la carretera desde el momento que sería condicionada su libertad de movimientos al tener que utilizar solamente carreteras que conociera previamente para así poder prevenir esos puntos peligrosos citados anteriormente, teniendo que prescindir de las demás por ser desconocidas para él, y por tanto, no poder anticiparse a las posibles incidencias.
Por tanto, la señalización constituye una parte esencial de todo sistema de circulación. Mediante las señales se transmiten al conductor mandatos acerca de normas de comportamiento, advertencias sobre peligros que pueden sobrevenir en la vía a seguir, e informaciones de todo tipo de interés para el conductor, con vistas a facilitar su conducción.
Las señales son un sistema de comunicación en el que el lenguaje hablado es sustituido por el lenguaje de las formas, los colores, las siluetas, los símbolos o signos diversos.
Mediante ellas se emiten mensajes a unos receptores que son los conductores y usuarios de las vías, los cuales deben responder con un comportamiento adecuado.
La misión de las señales es advertir, reglamentar o informar a los usuarios de la vía, con la necesaria antelación, de determinadas circunstancias de la misma o de la circulación.