IR A LA PÁGINA PRINCIPAL
LA SEGURIDAD VIAL.
IR A LOS TESTS.
Manual Guía Didáctica Teórica.
Técnicas de Estudios.
Criterios de las Pruebas Teóricas.
Ir a la Guía para las Clases Prácticas.
Criterios de las Pruebas Prácticas.
El Rincón de los Futuros Profesores de Formación Vial.
Conducción en Condiciones Especiales.
Conducción en Condiciones Ambientales Adversas.
Tramitación Administrativa
Página Vídeos de Tráfico.
Test tipo multirespuesta.
Página consultar examen DGT.
Página consultar saldo puntos DGT.
Página Consultar Estado de las Carreteras.
Página cita previa en Jefaturas DGT.
¿Dónde están los radares de la DGT?
¿Cómo ahorrar Combustible?
Ocio y Vacaciones:
Alcohol y Conducción.
Educación Vial.
Recomienda Autoescuelas.
Los Coches más Vendidos.
Los Coches más Seguros.
El Seguro de los Vehículos.
Seguridad Peatones.
Tests de la Constitución.
Enlaces de Interés.
CONTACTAR CON TestVial.com
Consejos y Avisos Legales

El estado psicofísico del conductor.

La aptitud para conducir no consiste sólo en no padecer modificaciones en las condiciones psicofísicas tras un reconocimiento de las mismas, sino que se trata de una situación que rebasa los márgenes que pueden imponer dichos reconocimiento. La aptitud para conducir es una cuestión de comportamiento y, como tal, de una gran complejidad.

La conducción es una actividad muy compleja que exige poner en funcionamiento todos los mecanismos psicofísicos de la persona. Para poder conducir y, por lo tanto, obtener el correspondiente permiso, es necesario tener unas condiciones físicas y unas actitudes psicológicas que permitan conducir con seguridad.

En primer lugar la conducción es una actividad física; por lo tanto, requiere unas determinadas condiciones o aptitudes físicas para poder desarrollarlas. El conductor necesita manos, pies, oídos, etc., en un buen estado y, en general, tener un buen tono físico.

La conducción, además de una actividad física, es una actividad psíquica. Están implicados una serie de procesos psicológicos que influyen en las tomas de decisiones y, por lo tanto, en el comportamiento del conductor al volante.

Las aptitudes físicas, psicofísicas o psicológicas que han de reunir las personas que deseen tener el permiso para conducir son diferentes, dependiendo de la clase de permiso. Estas aptitudes deben tenerse no sólo cuando se obtiene el permiso, sino mantenerlas siempre; para ello tanto cuando se obtiene por primera vez como cuando se renueva debe aportarse el correspondiente certificado médico que garantice que la persona reúne todas las aptitudes para poder conducir

En ocasiones hay personas que no reúnen algunas de las condiciones exigidas para poder conducir, porque padezcan alguna enfermedad o defecto físico que les incapacitan para poder obtener un permiso de conducir ordinario; en estos casos pueden obtener un permiso especial o extraordinario siempre que dichas deficiencias puedan suplirse con alguna adaptación de los mandos del vehículo o poniéndoles alguna restricción o limitación a la persona o al vehículo.

Factores que influyen en las aptitudes psicofísicas del conductor.

La fatiga.

Como se ha dicho anteriormente, la conducción es una actividad muy compleja que exige un esfuerzo físico y psíquico. Si el esfuerzo se realiza durante mucho tiempo, el conductor empieza a sentir cansancio y fatiga que afecta al aspecto muscular y psíquico.

La fatiga corporal se manifiesta en cansancio muscular y del organismo en general. La fatiga psíquica es la disminución de la capacidad de concentración y de percepción de los estímulos que recibe del entorno.

Podríamos decir que la fatiga produce los siguientes efectos:

  • Agarrotamiento muscular.
  • Agotamiento físico, sensación general de cansancio.
  • Lentitud y falta de precisión en los movimientos.
  • Disminución de la atención y facilidad para la distracción.
  • Aumento del tiempo de reacción.

La fatiga puede verse facilitada por factores externos, relacionados con el vehículo y relacionados con el propio conductor.

Factores externos:

  • Monotonía de la carretera.
  • Congestión y retención de tráfico.
  • Mal estado de la vía.
  • Condiciones meteorológicas o ambientales desfavorables.

Factores relacionados con el vehículo:

  • Ruido excesivo del motor.
  • Ventilación inadecuada.
  • Exceso de calefacción.
  • Defectuosa iluminación.
  • Falta de confort del vehículo.

Factores relacionados con el propio conductor:

  • Muchas horas al volante.
  • Atención y concentración permanente.
  • Mala colocación del asiento del vehículo y mala posición al volante.
  • Conducir con hambre o sueño.
  • Ingerir alcohol o comidas copiosas.
  • El trabajo de cada día, los problemas, las preocupaciones cotidianas.

Por todo lo dicho hasta ahora, podemos sacar en conclusión que es muy peligrosa la conducción cuando estamos fatigados, y procuraremos adoptar una serie de conductas que nos ayuden a conducir sin fatiga o para que ésta aparezca lo más tarde posible.

Algunas de estas conductas pueden ser:

  • Iniciar un viaje descansado, tranquilo, sin prisas, sin hambre, pero sin haber ingerido una copiosa comida.
  • Elegir la vía y el itinerario más adecuado, evitando las horas punta y los días con condiciones climatológicas adversas.
  • Conducir con una ventilación, calefacción y posición idónea y con el vehículo en perfecto estado de mantenimiento.
  • No conducir más de tres horas seguidas o 200 kilómetros.
  • Y al menor síntoma de cansancio, descansar es la única solución.
  • Nunca ingerir bebidas alcohólicas ni tranquilizantes o estimulantes.

Pero lo más importante de todo es aprender a reconocer cuándo estamos cansados y admitir que, como todos los conductores, nosotros también podemos cansarnos y comprender que, por muchos trucos que empleemos para evitar la fatiga, la mejor forma de combatirla es descansando.

Acontinuación se comenta algunas "medidas generales de prevención" en lo referente a la condición psicofísica del conductor:

  • Antes de conducir: es importante que se encuentre relajado, habiendo descansado adecuadamente, y en un estado físico que le permita mantener óptimas las capacidades para la conducción.
  • Su alimentación: ha de ser variada, para que contenga todas las sustancias imprescindibles para su organismo; debe aportar la energía precisa (es decir, similar a la de cualquier actividad sedentaria) ni más ni menos que la que su cuerpo consumirá. Es mejor que haga comidas ligeras y más frecuentes a lo largo del día que menos y abundantes.
  • Su vestuario, como conductor: tiene que tener cuidado con la ropa y el calzado a llevar durante un viaje. La ropa le debe permitir el movimiento del cuerpo con entera libertad, de modo que pueda utilizar toda la amplitud de los brazos para conducir. A veces, el cinturón, la corbata y otros elementos le pueden resultar incómodos para conducir. En lo referente al calzado, es evidente, por ejemplo, que los tacones altos o las suelas gruesas le van a impedir el movimiento o la sensibilidad del pie requerida para conducir adecuadamente.
  • Evite las bebidas excitantes o alcohólicas.
  • Evite los medicamentos que sean contraproducentes para una conducción segura.

Fuente de Información: Manual del conductor de la DGT.


El hombre como principal elemento que interviene en la circulación: Conductor, peatón, titular del vehículo y tomador de su seguro.


IR A LA PÁGINA PRINCIPAL.